martes

EMILIO JOSE/LA CALLE DEL AYER


Cuando estés tan sola que
tus ojos no tengan mi ayer
y te duela hasta la lluvia
no te importe herirme y ven...
cuando estés tan sola que
se te aburra hasta la piel
y tu cuerpo me reclame
no te importe herirme y ven.
En el número dos
de la calle del ayer
sabes que vivo yo, amor,
por si quieres volver,
sabes que vivo yo, amor,
por si quieres volver.
Cuando estés tan sola que
tus ojos no tengan mi ayer
y te duela hasta la lluvia
no te importe herirme y ven...
cuando vuelvas no hablaré
no habrá nada que decir
nos iremos calle abajo
a donde solíamos ir.
Aún el acordeón
suena ronco en el café
y la fuente de piedra, amor,
aunque seca ya esté,
y el farol que apagamos, amor,
aquel anochecer.
En el número dos
de la calle del ayer
sabes que vivo yo, amor,
por si quieres volver,
sabes que vivo yo, amor,
por si quieres volver.
En el número dos
de la calle del ayer
sabes que vivo yo, amor,
por si quieres volver,
sabes que vivo yo, amor,
por si quieres volver.

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